A través de una lucha en la vida personal hasta una exitosa carrera

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Tanya Unkovich es asidua participante de las reuniones mensuales virtuales de la „Iniciativa de croatas exitosas de Australia y Nueva Zelanda“ en las cuales siempre motiva, apoya y aconseja a otras miembros del grupo.

 

Tanya Unkovich, conocida entrenadora, locutora de radio, oradora motivacional y escritora, nació en Nueva Zelanda en el seno de una familia de emigrantes croatas, siendo la menor de cuatro hijos.

Comenzó su carrera en el mundo corporativo, pero las cosas de la vida la llevaron a un camino totalmente diferente, sobre lo que contó ella misma a la autora de esta nota, Jasna Milić Novak.

Esta croata exitosa de Auckland, Nueva Zelanda, pasó por trabajos en diferentes rubros, pero ahora trabaja y vive lo que desde siempre soñó: ayudar a otros. Eligió este camino a causa de su propia dolorosa experiencia, de la que salió más fuerte, más confiada y preparada a dar vuelta la página. Después de sus estudios de Economía y de trabajar en varias empresas ocupando altos cargos en algunas de ellas, en un determinado momento Tanya decidió dejar el mundo corporativo y montar su propio proyecto. Siguió agregando algunos títulos más a su carrera, siendo ahora consejera, entrenadora de vida, autora de libros, oradora motivacional y mucho más. En Nueva Zelanda la consideran una autoridad en el campo al que se dedica, ante todo la superación y curación después de una pérdida personal, y la superación de varios tipos de adicciones.

Tanya se enorgullece enormemente de su origen croata, gracias al que desarrolló la habilidad de sacar lo mejor de una situación difícil. Su padre, Smiljan, es oriundo de Račišće, Korčula, y su madre, Pavica (de apellido de soltera Samić), es de Opuzen. En 1958, con su hijo Željan, el matrimonio se mudó a Northland, Nueva Zelanda, en busca de una vida mejor. Allí nacieron tres hijos más: Nick, Antony y Tanya.

Tanya tenía ocho años cuando su familia, que se dedicaba a la agricultura, sufrió la primera de tantas tragedias. En el incendio que se produjo en su propiedad, la casa familiar quedó hecha cenizas. Después, la familia se mudó a Auckland. Tanya recuerda que la fe firme fue la que ayudó a la familia a recuperarse y comenzar de nuevo. En Auckland, Smiljan comenzó a trabajar en barcos pesqueros, y con el tiempo se convirtió en especialista de instalación y mantenimiento de desagües, y comenzó su propio negocio.

La madre de Tanya era una excelente costurera, muy conocida especialmente por los vestidos de novia y por los tapados de piel.

Siendo joven, Tanya se destacaba en Matemáticas y Contabilidad, optando por la carrera de Economía en la Universidad de Auckland como elección natural. Al terminar sus estudios, trabajó como revisora para una de las ocho empresas auditoras y contables más conocidas de Nueva Zelanda. A pesar de su carrera en ascenso, Tanya no disfrutaba de su trabajo, y la perseguía el deseo de viajar y descubrir nuevos lugares. Nunca le faltó el valor, y siempre se guió por el corazón y la intuición. Dejó entonces su trabajo en la prestigiosa compañía, y se empleó como en la empresa de aviación Air New Zealand. Trabajó durante tres años en vuelos nacionales e internacionales, y en esa misma empresa trabajó como auditora interna y de vuelo. Pero seguía teniendo el deseo de crear su propia empresa. Con 28 años cumplidos, dejó Air New Zealand y abrió su empresa de servicios contables. Poco tiempo después, le ofrecieron ser una de las primeras directoras de capacitación del entonces nuevo programa contable MYOB en Nueva Zelanda. Allí trabajo durante un largo tiempo.

Mientras su carrera iba ascendiendo, en el plano personal Tanya seguía buscándose a sí misma y su objetivo. Ya desde los 16 años se enfrentó con serias dificultades existenciales, lo que la llevó al camino de autodescubrimiento y curación, que según dice, sigue hoy en día. A partir de sus treinta años, paralelamente a la dirección de su propia empresa, decidió volver a estudiar, motivada por otra de sus deseos: enfrentarse a su propia infertilidad.  Si no son los niños, pensó, puede ser que su objetivo en la vida se encuentre en otra parte. Se inscribió en Psicoterapia, porque sentía la fuerte necesidad de ayudar a otros. Por cosas del destino, durante sus estudios empezó a ayudar a personas de su entorno familiar y de amistad que, uno a uno, iban enfermando de cáncer. Eso le dio más fuerza y la motivó a terminar sus estudios. Y fue entonces que ella misma se encontró en la misma situación: enfermaron de cáncer sus padres, Smiljan y Pavica, y su entonces marido Phil, quien desde el día del diagnóstico vivió solo cinco meses más.

A los 40 años, Tanya quedó viuda. Esto marco un hito más en su desarrollo personal porque, muy afectada por la muerte de su esposo, una vez más se encontró en la búsqueda de su identidad y su objetivo.

Fuerte, al igual que siempre lo habían sido sus padres, reconstruyó su vida, tanto en el aspecto personal como en el espiritual y el profesional. A su diploma de Psicoterapia agregó el de entrenadora de vida y laboral, y a los servicios de asesoramiento y contabilidad, agregó el de asesoramiento de personas y empresas en diferentes esperas personales y laborales.

Pero no se detuvo aquí. Su deseo era registrar sus propias experiencias, su enfrentamiento a las adversidades de la vida y de qué manera salió fortalecida. Escribió dos libros sobre ello, y el tercero está en proceso.

Con frecuencia, Tanya participa de programas de radio en Nueva Zelanda y EE.UU., participa de todas las conferencias para diferentes públicos y temas a las que es invitada, desde cómo dirigir con éxito una empresa hasta cómo enfrentarse a la pérdida de un ser querido. Es asidua participante de las reuniones mensuales virtuales de la „Iniciativa de croatas exitosas de Australia y Nueva Zelanda“ en las cuales siempre motiva, apoya y aconseja a otras miembros del grupo.

Durante el primer Encuentro de croatas exitosas de Australia y Nueva Zelanda llevada a cabo en Canberra a fines de 2019, Tanya destacó en su disertación la importancia de la adaptabilidad y la resiliencia al enfrentar las adversidades de la vida. De sí misma dice que heredó esas características de sus padres, que a través de la vida se enfrentaron con frecuencia con dificultades, pero gracias a su adaptabilidad y a su fe, pudieron superarse. Cree que la resiliencia y la adaptabilidad son características de los croatas como nación y está orgullosa de sus raíces croatas.

Entretanto, Tanya volvió a encontrar el amor y a su compañero de vida. Con su esposo Grant, reicentemente celebraron su décimo aniversario de casados.

Tanya dirige su propia empresa, participa o dirige emisiones radiales, está terminando su tercer libro, es la primera entrenadora de vida en Nueva Zelanda que trabaja según el método de Tony Robbins, participa del trabajo de dos clubes croatas en Auckland, y hace ejercicio periódicamente. Además de todo lo mencionado, se ocupa de sus padres que actualmente viven en diferentes residencias para la tercera edad. Sus padres han cumplido 69 años de casados y quisiera que el tiempo que les queda lo pudieran pasar juntos, y trabaja en ello para poder lograrlo.

La historia de vida de Tanya ilustra la famosa frase „lo que no nos quiebra, nos fortalece“. Transformó las propias tragedias y la pérdida de su marido en una nueva página de su historia. No hizo las paces con el sentimiento de pérdida y debilidad, ni siquiera con la insatisfacción del trabajo. Ayudándose a sí misma, quiso ayudar a otros compartiendo su experiencia. Tanya se ha convertido en el cambio que deseaba ser, y su autoridad en lo que hace proviene justamente del hecho de que habla (y escribe) desde sus propias experiencias.

Texto: Jasna Milić Novak

Fotos del álbum familiar

 

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