El artista croata que desde hace más de cuarenta años reside en Canadá, donó un total de 80 obras, gráficos, dibujos y collages creados desde 1962 hasta 2015. Por eso se organizará el año próximo una exposición con motivo del 80° aniversario del artista.
Anton Cetin, un artista croata que desde hace más de cuarenta años reside en Canadá, donó un total de 80 obras, gráficos, dibujos y collages creados desde 1962 hasta 2015 a la colección gráfica de la Biblioteca Nacional y Universitaria de Zagreb, con lo que enriqueció y aumentó su obra en dicha colección. Por ello se organizará una exposición en los espacios de la Biblioteca, prevista para 2016, con motivo del 80° aniversario del artista.
Anton Cetin nació en el pueblo de Bojana, cerca de Čazma. Cursó sus estudios secundarios en la Escuela de Artes Aplicadas de Zagreb, y de 1959 hasta 1964 estudió diseño gráfico en la Academia de Bellas Artes en la capital croata, donde se recibió en la clase del profesor Marijan Detoni. Mientras residió en Croacia, trabajó como ilustrador y diseñador, hasta su partida a París en 1966, donde permaneció hasta 1968, trabajando para el conocido ilustrador J. M. Rabec y para la casa editorial Larousse. Más tarde partió a Canadá, que hasta el día de hoy es su residencia permanente, donde trabaja como dibujante y gráfico profesional. Regresó a Croacia por primera vez en 1986, cuando fue publicada una monografía acerca de él, y en el Museo de Artes y Oficios de Zagreb se organizó la primera gran exposición sobre sus obras. Una de las más valiosas y conocidas es la carpeta gráfico-poética Amerika Croatan America, publicada en 1988, junto con el escritor croata Stjepan Šešelj. Participó en más de 200 exposiciones independientes y grupales, y su obra no ha pasado inadvertida en el exterior, ya que se filmaron documentales acerca de él en 1990 en Passau, Alemania, y en Toronto, en 1993. La ciudad de Čazma fundó en 2001 la Galería Anton Cetin, como agradecimiento a su pintor y gráfico reconocido a nivel mundial.
Anton Cetin es un artista de individualismo pictórico propio y una estética refinada. En su pintura de connotaciones surrealistas encontramos personajes de mujeres frágiles, aves, casas, construcciones espaciales, etc. La imagen de la mujer, luego llamada Eva, con o sin el ave, es un motivo iconográfico y una metáfora pictórica que se extiende por la obra completa del autor como su inspiración inagotable y un tema que habla sobre la femineidad, la fertilidad, el amor. La orientación introspectiva hacia las preocupaciones espirituales lo aleja del arte imitativo y lo acerca a la figuratividad asociativa y simbólica. La claridad de las líneas y las relaciones cromáticas refinadas constituyen un contenido de formas artísticas de una expresividad particular. Dirigiéndose hacia nuestros sentidos intenta llegar hasta el estado interior del espíritu y las emociones como lo son la felicidad, el amor, la alegría, el dolor, etc., y hablar de ellos en su forma particular.
(NSK)