Mateo Fistonic dejó, en 1929, su Zastražišće natal, en la isla de Hvar, para trasladarse a Chile. Trabajó en una salitrera, luego como comerciante, se casó y tuvo hijos… Su hijo Ivo es miembro activo del Hogar Croata en Iquique, y es uno de sus dos actuales presidentes.
Mateo Fistonic, quien en 1929, con sus 16 años de edad, dejó su Zastražišće natal en la isla de Hvar, celebró el 30 de enero su cumpleaños número 100. Aunque la noticia desde Iquique nos llegó con un poco de retraso, queremos compartir esta alegría con él y con su familia.
Recordando su llegada a Chile, este personaje vital nos contó: „Llegamos a Iquique a las ocho de la noche, en un barco que no pudo anclar en el puerto debido a la poca profundidad de la costa, sino que nos llevaron a la orilla en pequeños botes. Nos enviaron a un hotel en el que no había camas, sino maderas sobre las que tuvimos que dormir. Yo empecé a llorar al ver a dónde había llegado. Enseguida encontré trabajo en una salitrera. Levantábamos bolsas muy pesadas, de cien kilos“.
Más tarde, la vida lo llevó por otros rumbos, trabajó como comerciantes, se casó con Delfina Baccigaluppi, con la que tuvieron una hija, Katica, y un hijo, Ivo, miembro activo del Hogar Croata en Iquique y uno de sus dos presidentes actuales.
Mateo Fistonic a lo largo de su vida aseguró económicamente a su familia, objetivo por el cual había dejado su Dalmacia para trasladarse a la lejana Sudamérica.
Texto: Branka Bezić Filipović