Las organizaciones y asociaciones fraternales en EE.UU. eligen anualmente a la persona del año que, a través de su trabajo voluntario y su profesión, hace un aporte al desarrollo de su organización u asociación. Este año, este importante reconocimiento ha correspondido a la secretaria general y tesorera de la Unión Fraternal Croata en EE.UU.
Las organizaciones y asociaciones fraternales en EE.UU. eligen anualmente a la persona del año que, a través de su trabajo voluntario y su profesión, hace un aporte al desarrollo de su organización u asociación, según informan desde Pittsburgh (PA). Este año, este importante reconocimiento ha correspondido a Bernadette Kuletich Sikaras, secretaria general y tesorera de la Unión Fraternal Croata en EE.UU.
Esta asociación es muy activa en cuanto a las actividades y organizaciones fraternales de Pittsburgh y alrededores. Pennsylvania forma parte del congreso fraternal „Pennsylvania Fraternal Alliance“ y del Congreso fraternal de América (American Fraternal Alliance). Durante la ceremonia de entrega de este premio estuvieron presentes veintirés representantes de esta organización y el embajador de la República de Croacia, Pjer Šimunović, de Washington DC, para rendir homenaje a Bernadette Luketich-Sikaras, fraternalista nata, por lo que este reconocimiento fue entregado en manos correctas, por orgullo de la Unión
https://cfu.org/hr/officer/bernadette-m-luketich-sikaras-2/ Fraternal Croata y la familia Luketich. Bernadette es hija de Martha Luketich y del fallecido, legendario y presidente durante años de la UFC, Bernard Luketich. Desde pequeña se enfrentó al trabajo voluntario y al sacrificio con el fin de ayudar al prójimo, y a través del patrimonio musical de la támbura y las tradiciones croatas, ayudó a consevar y desarrollar las raíces de los ancestros croatas. Sus días eran muy similares: despertarse, ir a la iglesia a la santa misa, visitar los hogares, reuniones y fiestas croatas y participar de los mismos a través de la música, y educarse en la interpretación de instrumentos musicales. Bernadette aprendió a tocar a la perfección todos los instrumentos de cuerda.
Durante su niñez tocaba, junto con su hermana Marlene, en el conjunto de támburas Bećarice, llamando la atención del público. Todos los Luketich llevan en sí un sentido de la beneficencia, la satisfacción espiritual, al brindar ayuda a otros, y una inmensa alegría al terminar uno de los numerosos proyectos humanitarios. Esos son los hilos del fraternalismo o del sistema fraternal que unió y une a nuestros croatas en la emigración y en la patria.
Participaron del banquete ceremonial y la entrega del premio los numerosos miembros de la filial 354 St. George de la UFC a la que pertenece Bernadette, y que ella preside. Se trata de la filial más numerosa de la Unión Fraternal Croata. Cuenta con más de 2200 miembros, y en el marco de la misma funcionan dos conjuntos de támburas: St George juvenil, y el conjunto de támburas de adultos. Los tres himnos (el estadounidense, el canadiense y el croata) fueron interpretados por Dario Barišić, con acompañamiento de la orquesta de támburas Zabava, dirigida por Frank Božićević.
Y mientras escribo estas líneas, Bernadette se encuentra de visita en la República de Croacia, en su ciudad capital, durante la que se reunirá con el presidente de Gobierno, Andrej Plenković, con las autoridades de la Fundación para la Emigración Croata, con las autoridades de la Oficina central gubernamental para los croatas fuera de Croacia y su secretario de Estado, Zvonko Milas, con la filial de la UFC 2001 Frankopan, de Ogulin, y con la filial 2002 Osijek.
Texto y fotos: Franjo Bertović