La klapa Sagena canta en Chile

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En Santiago de Chile la klapa se presentó en dos conciertos: en el Centro cultural La Moneda y en el Estadio Croata. Asimismo, organizó un taller de canto de klapas en la Asociación Domovina que, gracias a la ayuda de Stjepana Lukašević, de Zadar, formó la primera klapa femenina en Chile.

 

En enero de 2020, Santiago de Chile se transformó en un verdadero centro de las tradiciones y el canto croata. Muchos de los descendientes de croatas reunidos allí disfrutaron del impecable canto de la klapa Sagena. Durante la semana de estadía en Chile, la klapa Sagena llevó a cabo dos conciertos, organizados por la Embajada de la República de Croacia en dicho país: uno en el Centro cultural La Moneda, el 21 de enero, ubicado en el mismísimo centro de la capital, que contó con un centenar de personas en el público. El 24 de enero actuaron en el Estadio Croata, el lugar de reunión más popular entre los chilenos de origen croata. La klapa Sagena organizó asimismo un taller de canto de klapas en la Asociación cultural croata Domovina para las integrantes de la primera klapa femenina de Chile que ayudó a formar Stjepana Lukašević, directora del canto de klapas en Zadar.

Después de Argentina, Chile es el segundo país de Latinoamérica con más descendientes croatas, cuya cifra supera los 250000, incluyendo a quintas y sextas generaciones. Aunque la mayoría de los inmigrantes poblaron ante todo los extremos norte y sur del país a fines del siglo XIX, instalándose en Antofagasta, Iquique, Punta Arenas y Provenir, hoy la mayoría de las actividades de los descendientes de inmigrantes croatas, que llegan a unos sesenta mil integrantes, se concentra en la capital, Santiago de Chile.

La capital chilena cuenta con tres organizaciones que hacen un continuo aporte a mantención y la transmisión de la cultura y la tradición croata. Se trata ante todo de la Asociación cultural Domovina, del Estadio Croata, y de la Cámara de Profesionales y Empresarios de Ascendencia Croata (CPEAC).

La mayoría de los descendientes croatas son oriundos de Dalmacia, especialmente de la isla de Brač. Por eso, no es de extrañar el gran interés de la numerosa comunidad croata de Santiago de Chile por la auténtica cultura dálmata del canto de klapas.

La klapa Sagena, de Zagreb, que cuenta con nueve miembros, es uno de los conjuntos de klapa más antiguos de Croacia. Fundado en 1993, en sus 26 años de trabajo ininterrumpido cuenta con un centenar de actuaciones, numerosos premios en festivales de canto de klapa, y tres CDs grabados. La klapa lleva el nombre Sagena en homenaje a los barcos comerciales y de guerra de la flota de Tomislav, el primer rey croata. Entre sus numerosas actuaciones, la klapa Sagena participó diecinueve veces en el Festival de Omiš, y actuó en muchos otros festivales como el de Kašteli, Split, Zagreb y Perast. Además de Croacia, la klapa Sagena actuó en numerosas ocasiones en el extranjero, y su lista ya incluye a uno de los países de Latinoamérica.

El canto de klapas es un múltiple fenómeno del canto urbano de Dalmacia. El término original hace referencia a grupos de cuatro a diez cantantes masculinos que cantan un repertorio específico de canciones dálmatas a capella. Aunque originalmente se trata de un conjunto masculino, hoy son cada vez más populares las klapas femeninas. Además, las características del canto tradicional a capella son la tradición oral y la melodía simple y, lo más importante, un amor inmenso hacia la música y el canto. Otra característica importante es la facilidad y la habilidad de cantar sin ayuda de instrumentos musicales. Los temas de las canciones son, en general, el amor, las situaciones cotidianas y el medio en el que se vive. Los cantantes de klapas son hábiles amateurs que han aprendido la tradición del canto de sus antecesores. Originalmente, los conjuntos de klapa, como grupos informalmente organizados, se reunían en tabernas, en las esquinas del barrio, y debajo de los balcones cantando serenatas. Hoy, el canto de klapa se populariza día a día, y van apareciendo festivales y actividades, no solo en Dalmacia sino en toda la región, destinados a transmitir esta tradición croata de siglos que, desde 2012, forma parte de la Lista inmaterial del patrimonio cultural de la UNESCO.

Texto y fotos: Sara Večeralo

 

 

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