Cada año la escuela estudia una determinada zona. Esta vez fue la zona alpina por lo que el público, durante la presentación final, pudo ver danzas y trajes típicos de Croacia noroeste, de Istria, y de los croatas de Gradišće.
Por cuarto año consecutivo, se llevó a cabo en Zadar la Escuela Internacional de Folklore Croata, organizada por la Fundación para la Emigración Croata. Los participantes de la misma demostraron lo aprendido en la manifestación final en el Hotel de la Juventud, en Borik, donde se organizan también las clases. Cada año, la escuela estudia una determinada zona. Esta vez fue la zona alpina por lo que el público pudo ver danzas y trajes típicos de Croacia noroeste, de Istria, y de los croatas de Gradišće.
– La escuela tuvo diez días de duración durante los que se trabajó desde la mañana hasta la noche, además de los preparativos para el concierto. Este año contamos con cien participantes. En realidad todos ellos ya bailan y tocan támburas e instrumentos tradicionales, y a través de nuestra escuela se educan para poder dirigir conjuntos. La mitad de los participantes llega de Croacia, y los demás son croatas de todo el mundo: Australia, Alemania, Austria, EE.UU., Vojvodina, Serbia, BiH, Gradišće, y tuvimos incluso a un italiano de Molise y a una representante de la minoría checa que vino a aprender danzas croatas – dice Snježana Jurišić, de la Fundación para la Emigración Croata.
Dirigen la escuela prominentes folkloristas y artistas. El director en jefe es Andrija Ivančan, director artístico del conjunto Lado. La escuela de támburas fue dirigida por Tibor Bün, y Vjekoslav Martinić estuvo a cargo de los instrumentos tradicionales. El profesor invitado fue el maestro Siniša Leopold.
– Todos creen que la cultura tradicional es algo del pasado, pero en realidad está entretejida en todos nosotros, el folklore no es solo danza sino un sistema de valores que incluye tradiciones, instrumentos, música, comportamiento, que son producto de nuestro propio ser espiritual, dice la señora Snježana.
Así como a la pequeña Croacia no le falta riqueza folklórica, de la misma manera el programa presentado fue extremadamente rico y variado. Y para demostrar que Zadar fue un verdadero anfitrión de esta escuela internacional, ya fue acordada la cooperación para el año próximo. Es más, ya existe un enorme interés por parte de los participantes, que serían aun más si se pudiera asegurar un espacio mayor de trabajo.
La vice intendente de Zadar, Jagoda Surać, visitó a los participantes de la escuela durante su estadía de diez días.
(Zadarski list; Valentina Mlađen)