La Fundación para la Emigración Croata es una institución pública cuya función fundamental es proteger y desarrollar la identidad nacional, lingüística y cultural de los croatas fuera de la República de Croacia. La obra de la Fundación se basa en la Ley de la Fundación para la Emigración Croata (NN 94/2018).

En cooperación con la Oficina central gubernamental para los croatas en el extranjero y todas las demás instituciones del Estado croata, orientamos nuestra misión hacia tres grupos clave fuera de la República de Croacia: los emigrantes croatas y sus descendientes, los miembros de las minorías croatas en doce países europeos, y los croatas en Bosnia y Herzegovina, en calidad de nación constituyente.

Conectamos y brindamos apoyo a todos los componentes del pueblo croata fuera de las fronteras estatales de la República de Croacia. Compartimos una historia y un sentimiento de pertenencia comunes, y construimos y fortalecemos la unidad, respetando el medio en el que viven.

La Fundación para la Emigración Croata implementa diversos programas y proyectos culturales, educativos, científicos, editoriales, informativos y de comunicación con el fin de fortalecer los lazos de todos los croatas con su patria y conectar entre sí a las comunidades croatas de todo el mundo. Dedicamos especial atención al aprendizaje y fomento del idioma croata, al apoyo a la educación y a la creatividad cultural, a la mejora de la comunicación con nuestras comunidades y al conocimiento de Croacia, su historia, sus bellezas naturales y la riqueza de su patrimonio cultural, especialmente entre las generaciones jóvenes, portadoras de futuras conexiones y cooperación.

Como lugar de encuentro, cooperación y unidad, la Fundación para la Emigración Croata sigue siendo un vínculo permanente entre la República de Croacia y millones de croatas en todo el mundo, conectando con las generaciones actuales y futuras.

Palabras del director

Queridos croatas en la patria y en el mundo:

¡Bienvenidos al portal de la Fundación para la Emigración Croata!

Somos orgullosos miembros de una antigua nación europea, profundamente arraigada en la tradición cristiana, imbuida de una fuerte conciencia de estado, forjada en la perdurable aspiración a la libertad, la independencia y la preservación de la identidad nacional. Con gran orgullo, este año celebramos el 1100° aniversario del Reino de Croacia. Nuestra gloriosa historia, marcada por la lucha y el sacrificio para preservar nuestro nombre, nuestro idioma y nuestra libertad, alcanzó su máximo esplendor con la creación de un Estado croata moderno y soberano, la voluntad del pueblo y el sacrificio de los defensores croatas en la Guerra por la Independencia. Hemos logrado todo esto bajo el liderazgo del primer presidente croata y fundador del Estado croata, el dr. Franjo Tudjman, quien durante la década de los 60 del siglo pasado dirigió esta, nuestra institución.

Fueron los cambios democráticos de 1990 los que abrieron un nuevo capítulo en la historia croata y propiciaron nuestra verdadera unidad. La Fundación para la Emigración Croata que, con la independencia del estado recibió su nombre actual y un nuevo sentido, abrió sus puertas de par en par a la hasta entnoces emigración política proscripta, a la que el régimen comunista yugoeslavo había peseguido, discriminado y separado de su patria por la fuerza durante décadas.

A través de los siglos y tras varias oleadas de emigración, muchos croatas, en su mayoría en la flor de la vida, debieron abandonar su patria en busca de sustento. Lamentablemente, muchos debieron hacerlo por cuestiones políticas. Emigraron hacia toda Europa, hacia América del Norte y del Sur, Australia y Sudáfrica, dejando tras de sí a sus familias, su tierra natal y su idioma. A pesar de la distancia, conservaron un fuerte sentido de pertenencia al pueblo croata. Hoy, junto con sus descendientes, conforman los cimientos vivos de las comunidades croatas de todo el mundo, de las que estamos profundamente orgullosos.

Actualmente, más de tres millones y medio de croatas y sus descendientes viven en todo  el mundo, desde emigrantes en Europa y países transatlánticos hasta minorías croatas en los países vecinos. Todos ellos son parte inseparable del ser nacional croata; son los guardianes de la lengua, la tradición y el patrimonio cultural sin los que nuestra identidad no estaría completa. La posición y nuestra relación con los croatas de Bosnia y Herzegovina es particular, ya que se trata de la nación constitutiva más antigua.

En este sentido, la Fundación para la Emigración Croata, en tiempos de una soberanía croata moderna, cuenta con un rol especial e irremplazable: ser puente entre la Croacia de la patria y la que se encuentra fuera de ella, conectar corazones y personas, transferir conocimientos y experiencias, preservar y prmover todo lo que nos hace croatas: nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra religión y nuestra pertenencia al pueblo croata, que es único.

Somos conscientes de que pertenecer al pueblo croata trasciende las fronteras de la ciudadanía formal. Un croata es aquel que tiene raíces croatas, ya sea descendiente de la segunda, tercera o cuarta generación, o que simplemente descubra su conexión con la patria a través del idioma, la cultura o el sentido de comunidad. En ese sentido, somos un simbolo de una mano siempre tendida desde la patria Croacia a todos aquellos que desean profundizar su conexión con su herencia y valores ancestrales. Pensamos especialmente en los jóvenes, que son nuestro futuro y la garantía de la preservación del espíritu croata en el mundo.

Nuestra casa en Zagreb, en la Plaza Stjepan Radić, otro de nuestros próceres que, en su obra política, promovió el retorno de los emigrantes „a su hogar“, está abierta a todos. La sede de la Fundación para la Emigración Croata no es solo administrativa sino también un verdadero hogar para todos nosotros, un lugar de encuentro, cooperación y amistad.

Nos es de especial importancia llegar hasta las generaciones jóvenes de emigrantes y sus descendientes que tal vez no hablen croata pero llevan en su corazón ese sentimiento de pertenencia a la familia croata. En tiempos de grandes desafíos globales y transformación digital, la Fundación para la Emigración Croata fortalecerá y adaptará aún más sus programas, contenidos y actividades para que, tanto en el espacio real como en las redes sociales, permita a todos la posibilidad de integrarse a la comunidad croata, conocer sus propias raíces, aprender el idioma croata y participar activamente en la construcción de la comunidad.

Nuestra obra seguirá orientándose a proyectos y programas concretos que unen, fortalecen y conectan a las comunidades croatas en todo el mundo. Dedicamos especial atención al trabajo con las asociaciones culturales y artísticas, las publicaciones de la emigración, las misiones católicas croatas que, junto con la pastoral, cuentan con un rol irremplazable en la preservación del patrimonio cultural y la unidad espiritual, los cursos de idioma, los programas de verano e invierno para jóvenes, y el apoyo a los medios de la emigración tanto impresos como electrónicos, las asociaciones croatas y las personas comprometidas en cada ámbito.

Agradezco a todos los croatas comprometidos y a los amigos de la nación croata, que trabajan incansablemente en la preservación de nuestra identidad, la unión de las comunidades y el fortalecimiento del sentido de pertenencia, unión y orgullo. Los invito a preservar en su labor, ya que su dedicación sienta las bases de nuestra conexión global, tanto hoy como para las futuras generaciones. La Fundación para la Emigración Croata seguirá siendo socia y apoyo a lo largo de este camino.

Quedamos a disposición de todos aquellos que están pensando y desean regresar a Croacia, de los descendientes de emigrantes croatas que deseen venir a vivir al país, así como de los retornados, que ya han dado ese gran paso en la vida.

¡Croacia es nuestra patria!

MSc. Zdeslav Milas
director de la Fundación para la Emigración Croata